KTM 890 Duke R. Prueba. ¡Montaña rusa!

Avatar Oscar Pena | 15/11/2020

Las palabras se quedan cortas para expresar todo lo que es capaz de ofrecer la KTM 890 Duke R. Es una moto, tan ligera y ágil, y al mismo tiempo, tan fácil de conducir, que sin duda alguna se posiciona como una de las favoritas para disfrutar de una entretenida carretera de montaña. Y por supuesto de unas tandas en circuito.

La KTM 890 Duke R apunta a los virajes con la velocidad a la que la vista transmite a las neuronas el movimiento a realizar. Dentro de la misma, se mantiene impertérrita, ya sea a alta o baja velocidad, y sale de la misma como un disparo aprovechando al máximo las enormes ayudas electrónicas. El motor acepta de buen grado cualquier marcha. Si es larga, sus enromes bajos te sacarán de la curva con rapidez. Y si es muy corta, admite un buen sobre régimen para no tener que forzar un cambio de velocidad cuando aún estas muy inclinado.

Súperligera

Con un peso tan sumamente contenido, una estética tan minimalista y un propulsor tan agradable a bajo régimen, no hay que ser un fiera para pensar que en ciudad es una verdadera gozada. Si es cierto que puede ser algo alta para según quien, pero no lo es menos que siento tan ligera, en parado se mueve casi como una bicicleta. En autopista es agradable, pero su escasa protección aerodinámica se deja notar.

La KTM 890 Duke R es una auténtica ¡montaña rusa! Aquí tienes la prueba en el banco de potencia.