Carlos Checa, el último Campeón del Mundo con Ducati en WSBK
En 2011 el español Carlos Checa conquistó el título mundial de WSBK a los mandos de la Ducati del equipo Althea Racing. Once años han pasado y el casillero de títulos sigue inamovible para la marca de Borgo Panigale. Una sequía que es posible que otro español, Álvaro Bautista, rompa esta misma temporada.
Sea como fuere, Ducati está de celebración, ya que la semana pasada conquistaron un nuevo hito: obtuvieron, de la mano del propio Álvaro, su podio número 1000 en WSBK.
Con 38 podios para Ducati, 22 de ellos victorias, Carlos Checa destaca dos escenarios en su carrera con la marca italiana:
Su victoria en Donington Park supuso un antes y un después en su vida. 13 años antes, disputando el Mundial de 500cc, sufrió un accidente en el trazado británico que casi le cuesta la vida. Se produjo un desgarro en el bazo y una hemorragia interna. Checa tuvo que ser intervenido de urgencia en un hospital de Nottingham, donde le extirparon el bazo. Durante el post operatorio, surgieron otras complicaciones que agravaron su estado y alargaron su convalecencia.
Para Checa, “ganar en Donington fue quizá la carrera más emotiva, porque yo tenía una mancha negra allí, ya que el accidente que tuve en 1998 truncó mi carrera deportiva; me costó mucho remontar aquello y para mí era un escenario un poco traumático. Además, en la primera carrera estuve a punto de caerme dos veces, era el año en el que nos jugábamos el Campeonato. En la segunda carrera hicimos un cambio de neumáticos y salió todo redondo. Así que poder ganar allí, en un fin de semana complicado, fue una victoria de vida, de vencer los miedos. Ese triunfo hizo que ese escenario cambiara de color para mí”.
Después, llegó el título. “Mi momento más especial con Ducati fue el Round de Francia de 2011, en Magny-Cours, cuando gané el título”. Señala Carlos. “Ese año había tenido también un Round clave, en Silverstone, ya que allí obtuve la victoria número 300 de Ducati y logré un doblete crucial, porque reforzó mi liderazgo en el campeonato. Allí a Biaggi no le fue bien, aunque en principio era más favorito que yo. Para nosotros era una carrera en la que íbamos a sufrir, pero al final nos salió todo bien. Imola también fue especial, porque ganamos y estuvimos a punto de ganar allí el título”.
“Pero la explosión final fue en Magny-Cours, allí fue donde rematamos todo el trabajo y donde conquisté el Mundial, ganando además las dos carreras del fin de semana. ¡Te podría decir todos los momentos que fueron importantes esa temporada para llegar a ese día!”
Carlos Checa lo vive y lo siente como si fuera ayer. “Recuerdo que en Francia tenía que coger un punto más que Melandri. Si yo fallaba y Melandri ganaba, se complicaba el asunto. Él lo hizo bien, hizo un segundo en la primera carrera, pero yo me olvidé de eso, decidí hacer mi carrera. Piloté como siempre, consciente de lo que nos estábamos jugando. Creo que hicimos un trabajo excelente, pudimos poner la moto a punto y que todo encajara para poder luchar por las victorias, porque si ganábamos las carreras, automáticamente ganábamos el Mundial».
«Yo sabía que si me concentraba y seguía mi línea estaría, en el podio. El objetivo no era estar delante de Melandri, era hacer nuestra carrera e intentar ganarla; era la mejor manera de mantener la concentración, ya que eso era lo que habíamos hecho hasta el momento, intentando que no nos condicionara el peso de que estaba en juego un Campeonato. Fue un fin de semana muy bueno, con el circuito lleno de aficionados, con amigos y con la familia. Para mí es un sitio y un fin de semana inolvidable, por lo que representa haber ganado allí el título. Y sí, fue con Ducati, el destino lo quiso así” sentenció Carlos Checa.
Fuente: WorldSBK Fotos: WorldSBK