BMW F900R 2020. La prueba ¡definitiva! de la naked deportiva alemana.
La BMW F900R es una moto que la marca bávara ha dotado de un claro talante deportivo, aunque sin renunciar a una teórica polivalencia de uso. La frenada ofrece buen tacto, mordiente y potencia. Te permite entrar hasta el ápice de la curva con un gran control sobre la rueda delantera y eso ayuda mucho, ya sea yendo rapidito en modo diversión, o de paseo.
El segundo aspecto que más me ha convencido es el comportamiento de su horquilla. Trabaja muy bien y acepta de buen grado la conducción deportiva. Como consecuencia de todo esto, el acto de entrada en curva es lo más notable de la F900R. En el lado completamente opuesto, señalaría al amortiguador. Si bien son muy agradables y eficaces en otros modelos de la marca, en esta, no sé porque, se me antoja excesivamente duro y bastante poco progresivo independientemente del ajuste del Dinamyc ESA.
Los 211 kg de peso verificado, que se van a los 220 aproximadamente con su pequeño depósito de combustible lleno, le pasan irremisiblemente factura en los cambios de dirección y de trazada.
El motor de 2 cilindros paralelos cubica 895 cc y ha mejorado muchísimo con respecto al de la anterior F800R. Vibra infinitamente menos, y salvo a altos regímenes de giro, no transmite sus vibraciones a través del manillar y los estribos. Y en ningún caso son tan molestos como en el modelo precedente. Y Tiene una buena curva de potencia máxima verificada.